Ejercite en su camino hacia un hogar limpio
Todo el mundo sabe lo laboriosa que puede ser la limpieza. Un largo día de limpiar la casa es una gran manera de trabajar los músculos y hacer que la sangre fluya, así que pongan música, tomen un trapeador y prepárense para transformar su rutina de limpieza en un gran entrenamiento.
Para obtener beneficios físicos de la limpieza, debe aumentar la intensidad de sus métodos. Exagere sus movimientos, acelere el ritmo y mantenga los abdominales apretados y las rodillas flexionadas. Casi cualquier tarea puede convertirse en un ejercicio, pero aquí hay algunas ideas para comenzar.
- Aspirar: Aspirar enérgicamente sin parar durante al menos 20 minutos, cambiando de brazos a medida que avanza. Para un desafío adicional, haga arremetidas mientras aspira y recuerde mantener los dedos de los pies apuntando hacia adelante y las rodillas dobladas en ángulos de 90 grados.
- Levantamientos: En lugar de agacharse para recoger juguetes o ropa, agáchese con cada objeto que agarre. Recuerde usar sus piernas, no su espalda. También puede hacer sentadillas mientras descarga el lavavajillas o con cualquier otra tarea que implique agacharse repetidamente.
- Limpiar: Ya sea que esté limpiando ventanas o fregando electrodomésticos, haga grandes y exagerados círculos con los brazos hasta que sus músculos comiencen a arder y asegúrese de cambiar de brazo a medida que lo hace.
- Cocinar: No es limpiar, pero sigue siendo una tarea con un tiempo de inactividad útil. Mientras la comida se hierve o descongela en el microondas, haga algunas flexiones, abdominales o tablas para que sus músculos se muevan.
Puede implementar docenas de ejercicios para convertir las actividades mundanas en entrenamientos beneficiosos. Algunas tareas quemarán más calorías que otras, pero cada actividad ayuda. Ahora es el momento de trabajar para tener una casa más limpia y ser una persona más saludable.
