Algunos días festivos tienden a asociarse con un mayor riesgo. Todo el mundo sabe que conducir bajo los efectos del alcohol es un problema en Nochevieja, que hay que poner en práctica la seguridad de los fuegos artificiales el 4 de julio y que la oscuridad puede suponer un peligro para los que hacen truco o trato en Halloween. Pero cuando se trata de San Valentín, ¿qué puede salir mal?
Aunque no es la fiesta con mayores riesgos, cualquier día del año pueden ocurrir cosas malas. Antes de celebrarlo, trate de tener una experiencia más feliz y segura teniendo en cuenta estos recordatorios.
Ponga en práctica la seguridad contra incendios. ¿Intenta encender un poco el romance? No olvide apagarlo después. Tanto si enciende la chimenea como si utiliza unas velas para crear ambiente, asegúrese de seguir las prácticas de seguridad contra incendios. Inspeccione y compruebe su chimenea con antelación, y mantenga los materiales blandos o inflamables alejados del fuego. Cuando salga de la habitación, no deje una llama aún encendida. Y, por supuesto, asegúrese de que las pilas de su detector de humos han sido cambiadas recientemente.
Proteja sus objetos de valor. Si va a salir para el Día de San Valentín, probablemente querrá lucir lo mejor posible, y eso puede significar sacar sus accesorios más valiosos. Si piensa llevar joyas valiosas o un bolso caro, puede convertirse en un objetivo para los ladrones. Intente frecuentar sólo zonas bien iluminadas y pobladas donde sea menos probable que lo ataquen. Además, considere la posibilidad de llevar sólo un mínimo de dinero en efectivo: las tarjetas de crédito son mucho más fáciles de sustituir.
No se olvide de las mascotas. El día de San Valentín también puede suponer un peligro para nuestros amigos peludos. Las flores y los bombones son regalos muy populares, pero ambos pueden hacer enfermar a su mascota. El chocolate, especialmente las variedades oscuras, es venenoso para los perros, y muchas plantas son perjudiciales para los animales. El aroma que aparece en innumerables ramos de flores, es ligeramente tóxico para perros y gatos. Y aunque la flor en sí es segura, una mascota que intente comer rosas podría hacerse daño con las espinas. Mantenga los objetos peligrosos lejos de su mascota para que esta festividad no sea estresante.
Por último, recuerde que nunca debe beber y conducir. Es habitual tomar unas copas de vino con la cena de San Valentín, pero si ha llegado a su límite, no se arriesgue. Llame a un taxi o a un auto compartido para asegurarse de que llega a casa sano y salvo. Puede que no sea lo ideal, pero es mucho más romántico que una visita a urgencias.
