El duelo es una emoción humana que todos desearíamos evitar pero que probablemente algún día experimentaremos. Normalmente lo asociamos con la muerte de un ser querido, pero podemos sentirnos afligidos cada vez que perdemos algo o alguien importante para nosotros.
El 30 de agosto es el Día Nacional de la Concienciación sobre el Duelo, y es el momento de reconocer que las víctimas de accidentes suelen pasar por su propio periodo de duelo”, no recuerda el abogado de accidentes de Marietta Ramiro Rodriguez, Jr.
Todos sabemos que las familias sufren cuando un ser querido muere en un accidente.
Pero los miles de personas que sobreviven con lesiones de larga duración experimentan un tipo de pérdida diferente. Dependiendo de sus circunstancias, una persona lesionada puede lamentar las habilidades que solía tener, el trabajo que solía disfrutar o incluso la persona que solía ser.
Cuando la vida cambia radicalmente, siempre sigue un periodo de adaptación, y hay métodos que se pueden utilizar para aceptar lo que ha sucedido. Quizá conozca las cinco etapas del duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Pero tal vez no sepa que pueden ocurrir en cualquier orden o más de una vez.
Algunas personas se torturan con “qué hubiera pasado si”, pensando en cómo las cosas podrían haber sido diferentes. Eso es negociar. Como parte de la ira, otros arremeten contra el conductor que les ha hecho daño, contra el mundo, contra sus familias o incluso contra ellos mismos. Algunas personas pasan de la ira a la depresión, para luego volver a la ira. El viaje es diferente para cada persona.
El duelo es normal, pero el trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) que desarrollan algunas víctimas de accidentes es una enfermedad grave. Suele provocar recuerdos intrusivos, un empeoramiento del estado de ánimo, reacciones emocionales exageradas o la evitación de hablar del origen del trauma. Algunas víctimas también pueden sufrir depresión clínica, y algunas personas recurren al consumo de sustancias para hacer frente a sus emociones. Leer también: Las lesiones más comunes de los accidentes automovilísticos.
Recomendamos a cualquier persona que experimente estos síntomas que hable con un profesional sobre lo que está viviendo y sintiendo. La terapia es aconsejable incluso para aquellos que procesan su dolor de forma saludable. Y aunque no sustituyen a un profesional, los grupos de apoyo también ayudan a muchas personas a encontrar un sentido de pertenencia y camaradería. Independientemente de cómo decida buscar ayuda, recuerde que no está solo. El duelo después de un accidente es normal, y con el tiempo será más fácil de manejar, incluso es posible que se acabe.


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