Cada vez que alguien tiene un accidente en el trabajo o mientras conduce un vehículo personal, lo único garantizado es que será una mala experiencia.
Existe la posibilidad de lesiones, daños a la propiedad, e incluso el trauma psicológico a largo plazo. Pero para los inmigrantes indocumentados que sufren accidentes, esas suelen ser las menores de sus preocupaciones.